Diez hoteles españoles perfectos para «locos del cine»

Lunes 6 de Febrero del 2017

Hotel María Cristina, San Sebastián

Hotel María Cristina, San Sebastián

Este sábado se celebra en Madrid la 31º edición de la entrega de los Premios Goya, presentados por Dani Rovira. Será una noche de alfombra roja, vestidos que llaman la atención, chistes con doble o triple intención y premios más o menos debatidos. Para la ocasión, Booking.com ha elaborado una selección con los diez hoteles españoles más cinematográficos, reconocidos por su estrecha relación con el séptimo arte.

Hotel María Cristina, San Sebastián

Con más de 100 años de historia, es el hotel por excelencia del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, seleccionado por las estrellas que asisten. Elizabeth Taylor, Bette Davis, Julia Roberts, Richard Gere, Brad Pitt, Susan Sarandon, Sophia Loren, Al Pacino, Michael Douglas, Elizabeth Taylor, Kirk Douglas, Robert Mitchum, Robert de Niro, Harrison Ford, Mel Gibson o los españoles Pedro Almodóvar o Francisco Rabal… la lista es interminable.

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Ofrece vistas al mar Cantábrico y al río Urumea y está situado frente al teatro Victoria Eugenia, lo que permitía antaño el tránsito de actores y directores de un edificio a otro a través de una alfombra roja que se convertiría en un icono del festival.

Fuente: http://ow.ly/SF3r308IGPF

Cómo es una extravagante cena de 14.000 euros en Disneyland

Lunes 6 de Febrero del 2017

Comedor de 21 Royal

Comedor de 21 Royal - 21 Royal

Adentrarse en una vivienda de película y sentarse a una mesa de lujo, es el sueño de muchos seguidores de Walt Disney. El parque Disneyland de California ha abierto sus puertas del 21 Royal, una vivienda que fue planificada como residencia privada de la familia Disney y hasta ahora solo accesible para miembros del selecto Club 33 que fundó el propio creador de Mickey Mouse.

Los exclusivos visitantes de Royal 21 son recibidos por el personal de la residencia y obsequiados con cócteles servidos por los mayordomos en el salón y el jardín. A continuación pueden explorar las diferentes salas que componen la residencia decorada por Dorothea Redmond, diseñadora de películas míticas como Lo que el Viento se Llevó o Rebeca. La casa incluye diversos artículos temáticos como murales de los famosos castillos de las princesas Disney.

Una cena de lujo

En el momento de la cena los invitados toman asiento alrededor de una lujosa mesa con mantelería blanca, flores frescas, vajilla chapada en oro y cristal fino. El menú, altamente personalizado, es creado por un equipo culinario de dos chefs y un experto sumiller.

Al estilo de Disney, se puede terminar la noche con una gran final, el postre en el balcón privado, donde disfrutar de una vista espectacular del parque. Eso sí, la experiencia cuesta alrededor de 15.000 dólares (unos 14.000 euros) para un grupo de 12 personas. Un lujo al alcance de unos pocos. 

Fuente: http://ow.ly/yVBr308IGz6

Los castillos y ermitas templarios más impresionantes de España

Lunes 6 de Febrero del 2017

Castillo de Ponferrada, León

Castillo de Ponferrada, León- HERAS

El mundo templario cada vez está más de moda, a pesar de su breve existencia. La Orden del Temple apareció en el siglo XII y fue «exterminada» a principios del XIV. Llegó a tener ochocientos castillos por toda Europa, miles de caballeros y hasta una flota (siendo un misterio su desaparición). En España había más de cien castillos, casi todos en ruinas o dsapararecidos, aunque aún quedan algunos buenos ejemplos. También se conservan iglesias y ermitas, aunque muchas no fueron en realidad templarias sino que se las ha «adjudicado» ese origen en una serie de libros de reciente aparición.

Castillo de Ponferrada, León

Castillo templario de Ponferrada

Castillo templario de Ponferrada- HERAS

Monumento Histórico Artístico. El mejor conservado y una de las fortalezas más impresionantes de España y -aunque se utilizó para otros menesteres (su patio de armas llegó a ser campo de futbol)- permanecerá para siempre unido al recuerdo de los Templarios. En él tienen lugar numerosas celebraciones, como la famosa «noche templaria» en la primera luna llena del verano (principios de julio), en la que participan cientos de caballeros

Fuente:  http://ow.ly/FgvN308IGhe

Perpiñán, la tierra pirenaica y mediterránea que fascinaba a Dalí

Lunes 6 de Febrero del 2017

Atrás, muy atrás, quedaron esos tiempos de cruzar la raya para ver cine X. Ahora vamos a dar el salto porque sí, porque Perpiñán está ahí, al otro lado, deseosa de mostrarnos todos sus encantos. No le falta sex appeal ni sensualidad, con esas curvas y alturas pirenaicas, por no hablar de la blanda arena cercana que lame el mar, ese Mediterráneo afrancesado que tan loco (más) volvía al casi paisano Salvador Dalí. Porque Perpignan, en francés, está a un tiro de piedra, nada más salir de Cataluña y antes de llenarse Francia de lavanda y volverse provenzal.

De hecho, pasando por alto el devenir histórico y el debate político, que lo hay y calentito, a Perpiñán se la conoce como la Catalana (entonces Perpinyà), porque aquí se habla en buena medida la lengua de Josep Pla y no precisamente en la intimidad mientras se ve la buena vida pasar; de hecho, fue con todos los honores Capital de la Cultura Catalana. Definitivamente, el mundo no tiene fronteras. Playa, montaña, aguas termales, castillos, palacios, museos… Dalí la llamaba “el centro del mundo”; no te decimos más. O sí, todas estas razones para pasearte por la Francia del sur.

La abadía de San Martín de Canigó, otra razón para dejarse caer por aquí (Foto: Turismo de Perpiñán)

La abadía de San Martín de Canigó, otra razón para dejarse caer por aquí (Foto: Turismo de Perpiñán)

1. Slowly. En la pasada edición de Fitur, se vendió Perpiñán como un destino de los que siguen la estrategia del caracol, porque en sus contornos, al no ser un centro turístico de referencia, reina la tranquilidad. Esa paz tan añorada bañada por el sol y un mar en calma que aquí es especialmente singular, al ser también un paraíso de montaña. Así que es invernal y veraniega, y también universitaria. Una Salamanca igualmente histórica, pero casi a pie de playa.

El Castillet, puerta de entrada a la villa (Foto: Turismo de Perpiñán)

El Castillet, puerta de entrada a la villa (Foto: Turismo de Perpiñán)

2. Sí sale en el mapa. No es París, claro, ni Burdeos, ni Marsella, ni Toulouse…, pero Perpiñán es la capital histórica del Rosellón, en el departamento de los Pirineos Orientales. La primera ciudad importante que uno se encuentra, al ladito del Collioure de Machado, cuando acaba de dejar el Cabo de Creus, Llançà, Cadaqués y el Alto Ampurdán de Dalí.

3. Castillos, palacios… y un edificio de Jean Nouvel. La ciudad, no hay más que verla, vivió una edad de oro como reino de Mallorca. Da fe el soberbio palacio-fortaleza llamado así, de los Reyes de Mallorca, que data de aquel siglo XIII y regala unas vistas de escándalo. A este hay que sumar el Castillet, todo un símbolo para la ciudad, que fue segundo hogar para el rey, torre de vigía, puerta de la villa y prisión, y por la que hay que pasar, hoy Museo Catalán de las Artes y Tradiciones Populares; la catedral gótica de San Juan Bautista, y a su lado, el conjunto funerario de Saint-Jean, el claustro-cementerio más antiguo de Francia; la lonja, el primer tribunal marítimo del mundo, casi nada, y alzada según el modelo de la de Mallorca; el ayuntamiento, igualmente gótico, y el barrio judío. Hay mucho que ver.

El palacio de los Reyes de Mallorca (Foto: Turismo de Perpiñán/ © Bertrand Pichène)

El palacio de los Reyes de Mallorca (Foto: Turismo de Perpiñán/ © Bertrand Pichène)

4. … y el modernísimo teatro del Archipiélago, que firma nada menos que el francés Nouvel, autor de la empinada torre Agbar de Barcelona o de la ampliación del Museo Reina Sofía de Madrid. Y saliendo hacia Narbona, el espectacular Château de Salses, que fue guardián de la frontera por aquel entonces (siglo XV) y es muy especial, con sus cuatro torres bajas y cilíndricas. Perpiñán es gótica (ahí está, también, la fabulosa Casa Xanxo) y moderna a la vez.

El teatro del Archipiélago, obra de Nouvel (Foto: Turismo de Perpiñán)

El teatro del Archipiélago, obra de Nouvel (Foto: Turismo de Perpiñán)

5. ¿Querías arte moderno? No solo está en el aire el amor de Dalí por esta tierra y este mar, porque sus obras forman parte de la colección del Museo de Arte Moderno en la cercana Céret (a unos 30 kilómetros), por el que tanto hicieron Picasso o Matisse. Y hay más: el Hyacinthe Rigaud, actualmente cerrado por obras de remodelación (abre el próximo junio), con pinturas del malagueño o de Maillol, el pintor del lugar, además de una magnífica colección de arte gótico; o el Centro de Arte Contemporáneo Walter Benjamin. Sin olvidarnos del festival de fotoperiodismo Visa pour l’Image, que ha cumplido ya los 25 y tanta vida cultural ha dado a la ciudad del Castillet.

6. Un destino natural. Y es que Perpiñán y sus alrededores tienen de todo. Al mar se suman los ríos (está enclavada en el curso inferior del río pineaico Têt), las aguas termales, los manantiales, los canales, como el que separa la ciudad medieval de lo nuevo, y el lujo del Parque Regional de los Pirineos Catalanes. Nunca falta paisaje del que disfrutar ni contrastes con los que maravillarse. Ahí está el macizo del Canigó (también un cuadro cubista de Juan Gris), la otra 'montaña mágica'; el mar de viñedos y la llanura típica del Rosellón. Y otra vez dentro de la ciudad, muchas palmeras, que la hacen todo lo mediterránea que es.

El Canigó, telón de fondo (Foto: Turismo de Perpiñán)

El Canigó, telón de fondo (Foto: Turismo de Perpiñán)

7. Una ciudad gastronómica. Perpiñán presume de dar cobijo a más de 200 restaurantes etiquetados con sellos de calidad como Sud de France, Toques Blanches o las populares estrellas Michelin. Eso sin contar sus más de 2.000 referencias de vinos y el legendario Byrrrh, el aperitivo patrio, una especie de martini hecho de vino rojo, mistela y quinina en Rivesaltes, que es una de las zonas vitícolas de más solera de la comarca, y en la cava más grande del mundo (un millón de litros), dicen. ¿Un restaurante? La Galinette. ¿Una pastelería? Qué decir del repostero prodigioso Olivier Bajard, campeón del mundo de lo suyo.

8. Para dormir: el Riberach (desde 141 euros), un ecolodge en una antigua bodega cooperativa rehabilitada en forma de loft, en manos de una pareja de arquitectos, a 25 minutos de Perpiñán; el Villa Duflot, un cuatro estrellas con piscina, jardín y un afamado restaurante (desde 118 euros), o el L’Ille de la Lagune (desde 170 euros), en la isla de Saint Cyprien, que alberga el restaurante L’Almandin.

El Riberach, el hotel que fue bodega

El Riberach, el hotel que fue bodega

9. Cómo ir: en el AVE desde Madrid o Barcelona, o en coche por la autopista A9 desde la ciudad condal.

Fuente: http://ow.ly/NbSX308IzNs

Dormir entre montañas: cuatro hoteles para disfrutar de un invierno de lujo

Martes 31 de Enero del 2017

Nos están pidiendo los ojos paisaje invernal, estampa nevada y fuego de chimenea. Por eso nos hemos venido a dormir entre montañas, al abrigo de Sierra Nevada, los Pirineos, los Alpes suizos y las Rocosas estadounidenses. Casi nada. Luego vendrá el verano y querrán arena y playa (nuestros ojos). De momento, seguimos las huellas de Audrey Hepburn y Alfred Hitchcock a ver dónde nos llevan. Nos vamos otra vez de viaje.

Vincci Rumaykiyya, en Sierra Nevada (Granada)

En plena Sierra Nevada, más blanca que nunca, encontramos el hotel Vincci Rumaykiyya, que viene a ser un santuario de este deporte de invierno, pero también de la vida natural y la devoción por las cosas buenas (y bellas). Aquí se puede vivir la experiencia de dormir entre montañas, esos gigantes mitológicos que nos resguardan, además de darse en cuerpo y alma al siempre estimulante esquí. Para eso está el acceso directo a las pistas, telesilla a la puerta, y la tienda para alquilar equipo, amén de otros lujos de los que presume este cinco estrellas que se despereza en el mismo cielo que el Veleta y el Mulhacén.

Sol, nieve, terracita... En el Rumaykiyya de Granada (Foto: Adolfo Gosálvez)

Sol, nieve, terracita... En el Rumaykiyya de Granada (Foto: Adolfo Gosálvez)

Este es lo que se dice un hotel a pie de pista y en medio del cotarro de este deporte tan invernal, al amparo de la bella ciudad de Granada, cuyas suites despliegan encantos como el hogareño salón y la chimenea. El Rumaykiyya está en Pradollano, pedanía del municipio de Monachil, y tiene el aire alpino que se le puede pedir: mucha madera, barro y un spa (Nammu) para plantarle cara al frío. Se enorgullece de ser de los más altos de Europa. A más de 2.000 metros de altura.

Aquí se duerme a la sombra del Veleta y el Mulhacén (Foto: Adolfo Gosálvez)

Aquí se duerme a la sombra del Veleta y el Mulhacén (Foto: Adolfo Gosálvez)

Un plus: en su restaurante La Alquería podrás disfrutar de un desayuno bufet con productos de la tierra. A la hora de comer o cenar te esperan platos como el rodaballo al horno con piñones y pasas o el foie fresco a la parrilla en hojaldre con cebollitas glaseadas y salsa de miel.

Dónde: Urbanización Sol y Nieve. Sierra Nevada (Monachil). Granada.

Precio: desde 150 euros.

AC Baqueira Ski Resort, en el Pirineo catalán

Este hotel de nueva construcción nos devuelve al rincón de nuestra geografía que fue (y lo es) durante tiempo templo adorado del esquí, bendecido además por nuestra monarquía o, por decirlo de modo más 'juancarlista', por la familia del Rey. El AC Baqueira Ski Resort está en medio del Pirineo catalán y ofrece lujo no lo definiremos como alpino esta vez, sino pirenaico. A pie de pista también, como el granadino, dispone de teleférico a solo 30 metros y taquillas para los huéspedes, que podrán acceder al spa gratis, lo que lo convierte en un hotel de esquí con todas las de la ley (y con vistas). Desde la estación se ven las cumbres del Maladeta y el Aneto, nuestros 'tresmiles'. Y quien dice esquiar dice pasear en trineo tirado por perros.

El AC Baqueira, un hotel de lujo en el Pirineo catalán

El AC Baqueira, un hotel de lujo en el Pirineo catalán

Un plus: la visita por los pueblos del Valle de Arán, arquitectura tradicional, iglesia románica y paisaje alpino. Todos a más de 2.000 metros y todos bellos. Arties, Baguergue, Aubèrt, Casau...

Dónde: Avenida Perimetral, s/n. Urbanización Val de Ruda. Baqueira (Lérida).

Precio: un fin de semana de febrero, desde 304 euros.

Bradutt’s Palace, en St. Moritz (Suiza)

No es ya su atmósfera de lujo -realmente no hay quien dé más-, ni su enclave idílico en el mítico (y ostentoso) St. Moritz, sino el glamour que le han dejado en el aire sus huéspedes más ilustres. Aquí durmieron, entre montañas, Marlene Dietrich, Charlie Chaplin, Audrey Hepburn y hasta Alfred Hitchcock, lo cual eleva al Bradutt’s Palace al cielo de las estrellas de Hollywood. Y ahí sigue Le Gran Hall, su magnífico vestíbulo, el lugar de encuentro ideal para después de esquiar o en el verano alpino, que también existe; el Palace Wellness, su spa ecológico con productos vegetales orgánicos y tradiciones indias, japonesas o tailandesas, que es un imán; el King’s Club, refugio de la noche en este rincón rimbombante donde los haya, y ese servicio que es la cumbre de lo exclusivo: un mayordomo a disposición. Para colmo, el hotel se alza sobre el lago cristalino. Está a tres horas en automóvil desde el aeropuerto de Zúrich (y a 30 minutos en avión). Prepárate para el encanto mayúsculo.

El lugar ideal para tumbarse a la bartola: el Badrutt's Palace de St. Moritz

El lugar ideal para tumbarse a la bartola: el Badrutt's Palace de St. Moritz

Un plus: tiene pista privada de patinaje en invierno y dos pistas de tenis también privadas en verano. Y un Rolls-Royce en la puerta.

Dónde: Via Serlas, 27. St. Moritz (Suiza).

Precio: desde 400 euros.

Four Seasons Resort Vail, en Colorado (EEUU)

Parece el Tirol pero se trata de Colorado, allí donde las Montañas Rocosas tienen sus picos más altos (aquí pasamos a los 4.000 metros), al oeste de Denver, en el oeste a su vez de Estados Unidos. En Vail hay un tramo de 11 kilómetros con 193 pistas alpinas que también es una tentación para los practicantes del esquí -incluimos snowboard y ciclismo de montaña- y amigos del invierno en general. El placer será mayor aún si uno se aloja en el Four Seasons, que no solo ofrece habitaciones al uso, sino suites y residencias privadas con chimenea, balcones amueblados con vistas al pueblo o al jardín, y lujo, dicen, "al estilo europeo con toques de montaña". Por supuesto, el resort está a escasos minutos de las pistas y de la vida nocturna de Vail, que la tiene y mucha.

Así es el Four Seasons Resort Vail, en Colorado

Así es el Four Seasons Resort Vail, en Colorado

Un plus: los cortes de carne de su restaurante Flame, decorado igualmente en madera y piedra, con chimenea, vistas a las montañas y una terraza abrigadita esperando siempre a que salga el sol. O el chocolate caliente de su bar junto a la piscina.

Dónde: One Vail Road. Vail. Colorado (EEUU).

Precio: desde 390 euros.

Fuente: http://ow.ly/6t9R308wJCN